- ¿Qué futuro queremos?

Depende de nosotros: de nuestra visión y nuestras acciones -

La evolución tecnológica está superando la social y cultural. Un fenómeno dominado por las grandes multinacionales y por los grandes capitales que las sustentan. Realidades sin identidad, que a menudo operan más allá de las reglas, más allá de los gobiernos y, casi nunca, en interés de la comunidad. Colosos que devoran el universo de la pequeña y mediana empresa que, por el contrario, está salpicado de personas, historias y rostros. De emprendedores que protegen a su fuerza laboral, como valor agregado del secreto artesanal que los distingue. Apoyar a estas empresas y sus sectores productivos significa defender la identidad de los pueblos, su historia y su valor fundacional: la familia. El objetivo es construir un mecanismo dinámico que permita crecer la capacidad productiva de estas empresas manteniendo sus propias peculiaridades. Una herramienta telemática capaz de abrir nuevos mercados y apoyar a las empresas en la internacionalización, con el objetivo de aprovechar nuevas oportunidades de colaboración. Compartiendo conocimientos, recursos, visión y permitiendo que un sector que podría ver un rápido declive, florezca defendiendo los valores y la centralidad de la persona. Un mundo formado por individuos y no por peones.