El objetivo de incentivar el comercio bilateral, para luego lograr una internacionalización productiva, contempla perseguir tres objetivos estratégicos:

• facilitar a las empresas italianas y europeas que quieran comercializar sus productos en países extracontinentales. De esta forma, se establecen nuevas relaciones con los distintos sectores productivos extranjeros, sentando las bases para la segunda y tercera fase del proyecto;

• apoyar la exportación a Europa de empresas persistentes en los países donde se ha desarrollado la primera fase de la iniciativa, ya sean fabricantes de productos manufacturados o comerciantes de materias primas;

• crear joint ventures, en el territorio del país extranjero objeto de las misiones, que contemplen tanto las inversiones como la transferencia de know-how avanzado, peculiaridades del mercado europeo, para dar vida a nuevos centros de producción también capaces de utilizar el país donde estos se desarrollan nuevas realidades como puente hacia todo el continente.